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Cómo calcular el umbral de rentabilidad de tu empresa

Business 
23/08/2024

Para que una empresa tenga una cierta estabilidad financiera, debe ser capaz de gestionar sus operaciones de una forma que le permita cubrir costes, pero a la vez obtener un determinado margen de beneficios. Un concepto imprescindible para este cálculo es el umbral de rentabilidad, que indica a partir de qué cifra hay un equilibrio entre las cantidades que entran y salen. 

En este artículo, veremos en detalle qué factores hay que tener en cuenta y cómo se calcula. Pero si quieres aprender a desarrollar estrategias y metodologías que ayuden a las empresas a salir adelante en esta era tecnológica, te recomendamos cursar nuestro Máster en Transformación Digital e Innovación

¿Qué es el umbral de rentabilidad?

El umbral de rentabilidad, o breakeven point en inglés, es un indicador económico. Se utiliza para conocer cuándo los ingresos y los costes totales de una empresa se igualan a cero. Es decir, el momento en el que no hay ni pérdidas ni ganancias. A partir de ahí, todos los ingresos pasarían a ser beneficios. También llamado punto muerto, el resultado de su cálculo se expresa en unidades. Este número se refiere a las que habría que conseguir vender para llegar a ese umbral de rentabilidad o equilibrio. 

Además de para conocer cómo va la marcha de una empresa o una actividad, sirve también de referencia para los inversores, puesto que permite tener una idea más específica del nivel de riesgos que se correrá. Por ejemplo, cuando se pide un préstamo al banco, el umbral facilita el estudio de la financiación. 

 

umbral de rentabilidad

 

¿Qué factores se deben tener en cuenta para el cálculo?

Para calcular el punto muerto o umbral de rentabilidad, debemos tener en cuenta una serie de factores. Son estos:

  • Costes fijos. Los costes fijos son los gastos que no varían con independencia del volumen de producción o de ventas que se tengan. Por ejemplo, serían el alquiler del local o almacén, los sueldos del personal o los seguros contratados. Son costes constantes se produzca o no.
  • Costes variables. Los costes variables, por el contrario, son aquellos que van cambiando junto al nivel de producción o de ventas. Aquí se incluyen los materiales directos para la fabricación o distribución, los suministros o la mano de obra directa. Cuando estos se reducen, disminuye también el punto de equilibrio y se facilita la rentabilidad.
  • Volumen de ventas. Son las unidades totales que se han vendido y que determinan el nivel de ingresos que se tienen. 
  • Ingresos. Son las ventas totales que ha generado la empresa. Estos deben cubrir a los dos costes anteriores para llegar al umbral de rentabilidad.
  • Precio de venta. El precio unitario al que vendemos los productos o servicios afecta directamente al umbral de rentabilidad. Un aumento en él puede reducir el número de unidades necesarias para cubrir los costes, mientras que una disminución tiene el efecto contrario.
  • Estrategia de precios y descuentos. Cuando se utilizan políticas de este tipo para impulsar las ventas, también se está elevando el volumen total a vender para llegar al umbral.

Cuando identificamos cuál es el umbral de rentabilidad de una empresa, sabemos cuánto debemos vender para cubrir los costes y empezar a tener beneficios y crecer. Por tanto, se pueden optimizar procesos para ajustar esta cifra. Pero además, con esta cifra podemos ajustar cuál será el precio final de venta o las promociones que se puedan implementar. 

¿Cómo se calcula el umbral de rentabilidad?

El cálculo del umbral de rentabilidad consiste en utilizar una fórmula muy simple. La ecuación es esta: 

Umbral de rentabilidad = Costes fijos/ (Precio de venta por unidad – Coste variable por unidad)

Entonces, para realizar este cálculo, necesitaremos saber cuáles son los costes fijos totales, como alquileres, seguros, sueldos, amortizaciones e impuestos; los costes variables por unidad, como la energía, las materias primas, mano de obra temporal o transporte, y el precio de venta por unidad. 

El resultado que se obtenga será el número de unidades que se necesita vender para alcanzar el umbral de rentabilidad. Por ejemplo, si los costes fijos son 50 mil euros, el precio de venta por unidad es de 100€ y el coste variable unitario es de 60€, la fórmula sería 50 mil/ (100-60) = 1.250 unidades. 

 

umbral de rentabilidad

 

¿Por qué es importante conocer cuál es el punto muerto?

Conocer el punto muerto equivale a acceder a diferentes ventajas estratégicas y operativas, como las siguientes:

  • Planificación financiera. Conocer cuánto hay que vender para cubrir costes permite establecer objetivos realistas con respecto a las ventas. Así como diseñar estrategias para alcanzar la cifra. La madurez digital de una empresa facilita el acceso a herramientas de gestión financiera. 
  • Evaluación de la rentabilidad. Cuando se lanza una nueva línea de productos o un servicio, o se quiere invertir, ayuda a conocer si son viables. Si el umbral es muy alto, la propuesta no sería sostenible dadas las circunstancias actuales.
  • Gestión de riesgos. Desarrollar estrategias que reduzcan los costes o aumenten los ingresos para minimizar el riesgo de pérdidas.
  • Decisiones estratégicas. El umbral ayuda a establecer precios, costes, producción y otros aspectos operativos. También la gestión de clientes y proveedores.

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