Como empresas, crear productos o servicios que sean de calidad y que sean capaces de satisfacer las necesidades de los consumidores no es suficiente. Para aumentar las ventas, es imprescindible llevar a cabo una promoción de productos como parte de un plan estratégico. En este artículo, queremos ofrecerte una guía con los pasos que debes seguir para diseñar y ejecutar este proyecto con éxito.
Las promociones de productos se refieren a cualquier actividad que haya sido diseñada para incentivar la compra de un producto o servicio. Para conseguirlo se pueden utilizar ofertas especiales, descuentos, promociones, campaña de rebajas o regalos, entre otros ejemplos.
Estas acciones facilitan la decisión de compra, puesto que se está obteniendo un beneficio extra si se realiza la transacción en ese momento. Este es el beneficio principal que obtiene el cliente. Sin embargo, las estrategias de promoción suponen múltiples ventajas para las empresas. Por ejemplo, un incremento de la visibilidad de la marca, generación de interés y participación en la promoción, liquidación de inventario y mejora en la fidelidad de los clientes.
Para desarrollar una promoción de productos de éxito, los pasos que debes seguir son los siguientes:
El primer paso para crear una promoción de productos exitosa es establecer tus objetivos. Siempre que estos se marcan hay que utilizar las herramientas SMART, cuyas siglas en inglés quieren decir que los objetivos deben ser específicos, medibles, alcanzables, realistas y con un plazo de tiempo marcado.
Por ejemplo, no basta con decir que deseas que tus ventas aumenten. Para que cumplan con estas cinco características, tu objetivo tendría que ser un incremento del 20% de las ventas durante el período promocional que será de un mes.
Una vez que hayas definido los objetivos de la promoción de productos, debes determinar a quién te vas a dirigir. Tal vez tu marca va dirigida a grupos de personas con diferentes características entre sí. Pero el producto en concreto que deseas promocionar es para un nicho más específico. Cuanto más acotes, mayor probabilidad de éxito.
En el caso de que no sepas quién es exactamente tu público objetivo, debes preguntarte quién es el cliente ideal para lo que vas a promocionar. También cuáles son sus necesidades, deseos y comportamientos de compra. Para determinar todos estos aspectos, realiza estudios de mercado, encuestas o análisis de datos que puedan ofrecerte información de valor para segmentar el mercado y adaptar la promoción de productos a las preferencias específicas de tus consumidores.
Existen distintos tipos de promoción. Debes valorar todas las posibilidades que tienes y escoger aquella que más se adapte a lo que buscas, a tus objetivos o a tu perfil de cliente idóneo.
Podrías ofrecer un descuento directo por tiempo limitado o un precio reducido en la segunda unidad. Tal vez te interese más regalar un producto adicional con la compra de cierta cantidad. La elección de la estrategia dependerá tanto de los objetivos de la promoción como del comportamiento de tu consumidor.
Una vez establecida la estrategia de promoción, hay que comenzar a diseñar la comunicación. Esta debe ser clara, atractiva y persuasiva, puesto que es la que informará a los consumidores sobre la oferta, pero también la que les invitará a participar.
Aquí se debe desarrollar la estrategia digital mediante la creación de contenidos. Puede tratarse de una campaña de promoción de productos en las redes sociales, una newsletter a través del correo electrónico, cartelería en el punto de venta, etc.
Hay que tener en cuenta que la forma de comunicación se debe adaptar al formato y al lugar. Es decir, que no es lo mismo una campaña para un eCommerce o marketplace que para un espacio físico. Y ya que hemos mencionado a estos espacios, además de las estrategias tradicionales, se puede considerar la participación en los mejores marketplaces online. Estos son una plataforma amplia y diversa donde los productos pueden llegar a un público mucho más extenso y variado.
Una vez que la promoción está en marcha, hay que hacer un seguimiento constante y medir el impacto de las campañas en tiempo real. ¿Está generando el nivel de ventas esperado? ¿Está atrayendo a nuevos clientes o fidelizando a los existentes? Para dar respuesta a estas preguntas se deben usar herramientas de análisis de datos y métricas de rendimiento. En función de los resultados, habrá que hacer correcciones donde sea necesario.