Una de las principales razones por las que las startups fracasan es porque diseñan su producto inicial basándose en suposiciones. Los empresarios caen en la trampa de suponer que su producto resolverá un problema mejor que cualquier solución existente en el mercado. También asumen que las personas se preocupan lo suficiente por el problema como para pagar por una solución. Cuando estas suposiciones son incorrectas, la puesta en marcha nunca despega.
Por estas razones, tiene sentido trabajar con el concepto de mínimo producto viable (MVP). Esto permite a las empresas probar sus ideas para ver cómo reaccionan los usuarios.
El mínimo producto viable proporciona una funcionalidad básica sin características adicionales. Los empresarios conscientes de la importancia de la transformación digital, han aprendido a utilizar los MVP para evaluar cómo reciben una idea los clientes. Si la idea tiene potencial, usan los comentarios de los clientes para desarrollar la siguiente versión del producto.
Cuando se usa un MVP producto, la inversión en recursos y el esfuerzo son mínimos y además se elimina el riesgo de incluir características indeseables que luego haya que adaptar o eliminar.
El concepto de MVP marketing se basa en la metodología lean startup, que se aplica tanto a los productos como a las empresas en su conjunto. El objetivo de esta filosofía es reducir el tiempo dedicado a los ciclos de desarrollo de productos y determinar si un modelo de negocio es viable desde el principio.
Un MVP es un vehículo de aprendizaje. Permite a un empresario evaluar un producto inicial midiendo datos. Sin embargo, un mínimo producto comercializable es un producto terminado que está listo para vender. Tiene la cantidad de funciones mínima que necesitan los usuarios, pero aun así permite que la empresa haga un número de ventas aceptable.
La prueba de concepto también es distinta de un mínimo producto viable. La prueba de concepto pone a prueba una idea para ver si es alcanzable. No hay clientes involucrados: solo se crea un pequeño proyecto para evaluar la capacidad técnica y la viabilidad de un concepto de negocio. Una posibilidad es trabajar con una prueba de proyecto antes de seguir con el MVP marketing.
Hablaremos de 5 formas principales de trabajar con este concepto:
Un prototipo de software es uno de los tipos de MVP más complejos, y también más comunes. Requiere crear software con solo los componentes principales.
La mayoría del software MVP utiliza tecnología Agile en su desarrollo ágil. El marco Scrum es el ejemplo más conocido de desarrollo ágil.
Hay varias formas diferentes de utilizar el diseño de productos como MVP, todas ellas útiles para software, aplicaciones móviles y otras herramientas tecnológicas. La más sencilla es un boceto, que se puede hacer a mano o con una herramienta. Un poco más complejo es el método de desarrollar una estructura, que mostrará elementos como la experiencia del usuario, la jerarquía y la navegación. Finalmente, se puede crear una maqueta, que puede demostrar exactamente cómo funcionará un producto.
A través de un video de demostración, se explica lo que hará el producto. Mostrar el video a usuarios potenciales le permite ver si es el tipo de solución que busca el mercado.
Con una landing page, se puede anunciar un nuevo producto para medir rápidamente el interés del público. Al pedirles a los usuarios que envíen su dirección de correo electrónico para recibir actualizaciones, descubrirá cuántas personas están interesadas.
Para crear un MVP fragmentado, los empresarios reúnen componentes de herramientas que ya existen para mostrar cómo funcionará el producto.
Los productos mínimos viables más exitosos no permanecen en su forma inicial de startups durante mucho tiempo. De hecho, seguro que has oído hablar de la mayoría de estos, aunque es posible que no sepa que se desarrollaron mediante MVP marketing.
La mayoría de la gente sabe que Amazon comenzó como una librería en línea. Sin embargo, es posible que no sepas que Jeff Bezos comenzó comprando libros de distribuidores y enviándolos a los clientes cada vez que su tienda en línea recibía un pedido. Las altas ventas de libros se convirtieron en el indicador más importante del negocio. Significaron que tenía sentido seguir agregando más productos a la tienda para luego adquirir almacenes y finalmente brindar a cada usuario una experiencia personalizada en el sitio web que todos conocemos.
Cuando apareció AdWords Express, parecía que automatizaba el texto de los anuncios. De hecho, no era así: había un equipo de estudiantes escribiendo anuncios a toda velocidad. Una vez que se hizo evidente que se trataba de un servicio que la gente deseaba, AdWords Express se convirtió en un proceso automatizado real.