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Fases del design thinking y ejemplos

Diseño web y UX 
01/07/2021

El design thinking lleva con nosotros mucho tiempo, aunque quizás no lo habías escuchado hasta ahora. Esa forma visual de representar el pensamiento y generar ideas no nace o aflora de cualquier manera. Hoy os hablaremos de las fases del design thinking y pondremos ejemplos para entender por qué se le conoce como pensamiento de diseño.

 

La lluvia de ideas o brainstorming 

Podríamos afirmar que todo empezó allá por la década de los 50 cuando se comenzó a desarrollar el método de la lluvia de ideas (brainstorming). Este sistema incitaba a pensar y a poner en marcha la creatividad ante la resolución de problemas o para afrontar proyectos. No era necesario ser creativo, solamente había que pensar e ir dejando escapar esas ideas que van apareciendo. Es posible que muchas de ellas no sean ni buenas o, incluso, no se puedan llevar a la práctica, pero son necesarias para poder llegar a las ideas más creativas y efectivas. Para tener una buena idea, primero has de tener muchas malas.

Edward de Bono, además de contribuir de manera activa al desarrollo del pensamiento lateral y dejarnos una amplia obra de conocimiento, acuñó una frase que compartimos con vosotros: “una vez que nace una idea nueva, ya no puede ser des-pensada. En cada nueva idea hay un cierto sentido de inmortalidad.”

 

Qué es el design thinking 

En los años 70 se convierte en metodología propia y deriva en un método que trabaja la generación de ideas creativas para la resolución de problemas. Aunque en un inicio se utilizaba principalmente en los departamentos de diseño para el desarrollo de producto, su uso se ha expandido a todos los departamentos, ya que, no solamente ha resultado ser una potente herramienta para el desarrollo en innovación, sino que también funciona de manera eficiente en la mejora de procesos dentro de la cadena producción o de negocio.

Uno de los puntos importantes es que es muy visual y tiene una importante parte de “trabajo lúdico”, por lo que se convierte en una tarea agradable.

En un artículo anterior os hablamos del design thinking para emprendedores y cómo desarrollar soluciones creativas.

 

Etapas del design thinking

A la hora de abordar un proyecto de pensamiento de diseño o un trabajo design thinking pasamos por tres fases o etapas muy definidas:

1-Definir el problema

2-Generar las ideas

3-Darles forma

  

Definir el problema

La manera correcta de empezar el proyecto es definiendo el problema. Posiblemente queramos diseñar una imagen de marca, desarrollar un nuevo producto, mejorar uno existente, etc. Lo importante es que esta fase inicial de estudio del problema se realice de una manera abierta y lúdica, donde nos adentraremos en lo conocido, pero, sobre todo, sin miedo a lo desconocido.

                                     el brainstorming en el design thinking

 

Vamos a salir a mojarnos, vamos a dejar el paraguas en casa y vamos a meternos en los charcos. Es el momento de remangarse y acometer o atacar el proyecto desde diferentes ángulos. Es ahora y en este punto donde los bocetos, los garabatos, toman forma. Nos encontramos de lleno en la lluvia de ideas.

Este proceso se ha extendido de tal manera que se puede ver tanto en las aulas de primaria como en las reuniones corporativas de una empresa. Es una práctica realmente valiosa para aflorar nuestros pensamientos más creativos y quizás, los menos frecuentes. 

Nos cuestionaremos el problema y elaboraremos listas y bocetos que irán formando nuestra lluvia de ideas o mapas mentales. Es importante que entendamos que este contenido primario que generamos en el albor del proyecto sirve para objetivar los pensamientos y las ideas, ponerlas sobre la mesa y darles forma para así poder visualizarlas, compararlas, clasificarlas, pero, sobre todo, compartirlas.

No nos olvidemos que uno de los valores más importantes del design thinking es el trabajo en equipo persiguiendo un objetivo común. 

                                      que es el design thinking

 

Os vamos a dejar unos consejos que os ayudarán en esta fase:

-La figura del moderador. Es importante que alguien se encargue de ir anotando en una pizarra o papel las ideas que vayan surgiendo. No tiene por qué ser el líder del proyecto, su figura es más bien la encargada de que no quede nada valioso sin ser anotado.

-El tiempo. Es importante definir previamente el tiempo que se va a invertir, de esta manera los participantes se involucran más y no da la sensación de que la reunión se pierde divagando sin fin. Además, es importante que se acote el tema a trabajar para así mejorar la productividad del ejercicio.

-Las acciones de después. Una vez terminada la sesión de lluvia de ideas es el momento de poner en orden lo que allí dentro ha sucedido. Hay que clasificar y distribuir las tareas o acciones entre las personas que tendrán que desempeñar los siguientes procesos. Esta fase es muy importante, ya que de no hacerse de manera correcta nos podemos encontrar con muchas reuniones de lluvia de ideas que terminan en forma de papeles, sobre una mesa abandonados.

 

Generar las ideas

Vamos a volcar lo que ya hemos extraído en la fase anterior. Ahora llega el momento de aterrizar esas ideas o bocetos que eran garabatos en un diseño real. Los diseñadores emplean diferentes técnicas en este apartado, una frecuentemente utilizada es la de los storyboards para representar la planificación esquematizada. También puede ser una presentación que incluya imágenes y texto a modo de diapositivas.

La idea es presentar el proyecto al cliente o al departamento de una manera visual y ágil.

Es recomendable utilizar un formato que pueda tanto enviarse por mail, como reproducirse en una pantalla. Opciones como un PDF, Un PowerPoint son perfectamente válidos. Lo principal es no complicarse la vida con gráficos complejos y que el receptor del mensaje pueda hacerse la mejor idea de lo que le estás explicando.

 

Darle forma

Aquí es donde el diseñador saca todo su potencial. Es el paso más apasionante, ya que ahora todo el proyecto se convierte en una realidad. Uno de los puntos importantes es saber quien es el público objetivo al que te diriges para de esta manera, decidir el lenguaje, por ejemplo. Ten en cuenta los valores de la marca o negocio. Recuerda que estamos generando un nuevo producto o mejorando uno existente, pero ha de estar en consonancia con tu BP y con tu marca. 

Uno de los recursos que se emplean en esta fase son las maquetas o prototipados. Es una manera muy visual de ver o imaginar fácilmente el aspecto final que tendrá el diseño. Pueden ser impresiones en papel o volumétricas en tres dimensiones.

 

Ejemplos de design thinking

Tenemos millones de ejemplos delante nuestro. El pensamiento creativo o el pensamiento de diseño se ha empleado para resolver numerosas situaciones y aunque en inicio su foco se centraba o estaba puesto en el producto, a medida que los diseñadores fueron experimentando se dieron cuenta de la importancia de centrarse en el usuario. Hay dos elementos que lo identifican plenamente o que están presentes en el design thinking:

-Innovación centrada en las personas

-Uso de la tecnología para resolver retos de forma creativa

En el 2002, en una fantástica charla TED de David Kelley, nos ilustra con diferentes ejemplos de design thinking desarrollados para marcas como Prada, por ejemplo.

 

 

Una vez llegados hasta aquí y desgranada la metodología design thinking, nos gustaría invitaros a la reflexión final. No os hemos situado en la redacción del artículo a la figura del consumidor, más bien lo mencionamos de una manera puntual, pero el diseñador no deja de trabajar en cada fase del pensamiento de diseño, con un ojo puesto en el consumidor. La mejora de su experiencia es el objetivo final en la gran mayoría de los casos, por ello, es de vital importancia no alejar la mirada del objetivo.

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