Hablar de marketing digital equivale a realizar campañas que ayuden a conectar con el público objetivo para que realice una acción deseada. Sin embargo, de nada sirve tener una página web o perfiles en las redes sociales si no verificamos que nuestras acciones nos están llevando hacia nuestros objetivos. Por eso, se utilizan los KPIs en marketing digital. Porque son la herramienta que te permite medir para después mejorar. En este artículo, te contamos qué son exactamente y cuáles son las que necesitas tener en cuenta.
Las siglas KPI hacen referencia a Key Performance Indicator, es decir, indicador clave de actuación. Se trata de una serie de herramientas o métricas que nos permiten medir determinadas acciones para comprobar si se están cumpliendo los objetivos de la empresa.
Con estas métricas digitales se evalúa el rendimiento y la eficacia de las estrategias que se hayan implementado en la red. Y es que estos indicadores proporcionan una visión detallada del desempeño de las campañas. Con esta información, los analistas digitales y demás profesionales del marketing pueden tomar decisiones informadas y ajustar sus tácticas según sea necesario.
Los KPIs en marketing digital se centran en aspectos específicos, como el tráfico de una web, la tasa de conversión, el engagement en redes sociales o la generación de leads. Y por eso, permiten conocer en profundidad el impacto de las acciones digitales en los objetivos comerciales.
Por otra parte, las métricas de marketing digital ayudan a establecer estándares claros y medibles para evaluar el éxito en el largo plazo. La definición de métricas específicas y metas alcanzables facilita el control del progreso y facilita la realización de ajustes estratégicos para optimizar el rendimiento.
Internet inició su andadura en España en 1995, pero fue cinco años después, en el año 2000, cuando empezó a aumentar el número de negocios con presencia en la red. Esta frecuencia de uso y explotación del mercado hizo que fuera necesario realizar un análisis del retorno de la inversión o ROI.
Al empezar a trabajar con datos y análisis, la figura del analista digital comienza a tomar forma. Sus funciones no solo se hicieron populares, sino que se convirtió en un rol necesario y, por eso, muy demandado en todo tipo de empresas. Hoy en día, estos perfiles profesionales siguen en auge, puesto que ahora prácticamente todos los negocios cuentan con presencia online y necesitan llevar a cabo análisis de datos de manera constante.
Ahora, las empresas invierten tiempo y recursos en sus canales digitales y deben medir el retorno de sus inversiones para reducir costes y aumentar beneficios. Algunas de las acciones que llevan a cabo y que suponen una inversión son las siguientes:
Además, la competencia en las redes se ha incrementado exponencialmente en los últimos años, debido a que las barreras geográficas han desaparecido. Para poder diferenciarse de los competidores y destacar, las empresas apuestan por herramientas que les ayudan a estudiar y entender el comportamiento de sus visitas, para mejorar su experiencia de usuario o de navegación y así conseguir conversiones y ventas.
Esta comprensión viene determinada por la analítica digital, que es parte inherente a las acciones de marketing digital. Aquí es donde entran en juego los KPIs.
En el marketing digital, las métricas más importantes son:
Este KPI mide el número de veces que los usuarios visitan las diferentes páginas de un sitio web. Esta información da una referencia acerca del interés que la página despierta y la participación de dichos usuarios en el contenido ofrecido. El análisis del aumento o la disminución de las páginas vistas permite ajustar la estrategia de contenido, identificar las tendencias del tráfico y optimizar la experiencia del usuario. No obstante, se requiere de un análisis más profundo para conocer la razón de los resultados.
El número de sesiones representa el total de interacciones de los usuarios con una web, una aplicación o una plataforma durante un período de tiempo determinado. Cada sesión registra las acciones que realiza un usuario individual, y es una referencia para conocer las partes con las que más se interactúa o los problemas que pueda haber en la navegación. No obstante, hay que tener en cuenta que si el usuario permanece inactivo después de media hora, al realizar una nueva acción, también se considera que la sesión lo es.
Los usuarios únicos se contabilizan mediante las cookies. Es decir, el sistema determinará a un usuario como único por las que aparezcan en el dispositivo desde el cual se conecte. Esta métrica tiene una fiabilidad relativa, ya que si el usuario borra las cookies o se conecta desde diferentes dispositivos, el sistema no puede reconocer que se trata del mismo usuario, por lo que le asigna una nueva identidad. Dentro de los usuarios totales también se puede segmentar en nuevos y recurrentes.
El tiempo de permanencia es otro de los KPIs de marketing digital más importantes. Indica la duración promedio que los usuarios pasan en un sitio web o aplicación durante una visita. Refleja la relevancia del sitio y el atractivo del contenido para las visitas, así como la calidad de la experiencia del usuario. Un tiempo de permanencia más largo sugiere un mayor compromiso y satisfacción, mientras que un tiempo corto puede indicar problemas de usabilidad o falta de interés. Con esta cifra se puede optimizar el contenido y la estructura del sitio para mejorar la retención y la participación del usuario.
La tasa de rebote indica el porcentaje de visitas que abandona un sitio web después de visualizar una única página, sin realizar ninguna otra interacción. Una tasa de rebote alta puede indicar problemas de relevancia del contenido, una usabilidad deficiente o una mala relación entre las expectativas del usuario y la realidad del sitio.
La tasa de conversión mide el porcentaje de usuarios que completan una acción deseada, como una compra, registrarse en una página web o suscribirse a un boletín informativo. Esta métrica refleja la eficacia de las estrategias de marketing y la capacidad de un sitio web para convertir visitas en clientes o leads.
El retorno de la inversión o ROI evalúa la rentabilidad de una campaña o actividad específica. Calcula la relación que hay entre el beneficio neto obtenido y el coste de la inversión. Este KPI permite conocer qué estrategias son más rentables y ayuda a tomar decisiones informadas a la hora de asignar recursos.
Estas cinco métricas puestas en contexto nos dan información acerca de la marcha de la empresa. Sin embargo, los datos que se obtienen se deben poner siempre en contexto y no analizarse de manera individual. Por ejemplo, podemos valorar si los esfuerzos en atraer tráfico a una web durante uno o varios meses están alcanzando los objetivos marcados. Al hacer un análisis en profundidad de los KPIs en marketing digital se puede conocer:
Aunque podemos localizar más métricas, siempre se ha de trabajar con aquellas que mejor nos indiquen el camino a nuestros objetivos. Estos son los indicadores que nos dicen si nuestras acciones van bien encaminadas o tenemos que optimizarlas.
Una vez analizados todos los KPIs en marketing digital, habrá que proceder con acciones estratégicas para mejorar el rendimiento y optimizar los resultados. Por ejemplo, si la tasa de conversión es baja, se pueden hacer ajustes en el diseño web, la llamada a la acción o la experiencia del usuario para aumentar la participación.
Si la tasa de rebote es alta, se puede mejorar la relevancia y calidad del contenido, así como la navegación del sitio para que las visitas se queden más tiempo. Respecto al tiempo de permanencia, si es corto, se pueden identificar y mejorar aquellas partes de la página con menor engagement o interacción. Y en cuanto al ROI, se pueden ajustar los presupuestos y las estrategias de marketing para centrarse en aquellas iniciativas que generan un mejor rendimiento.
Por ejemplo, en un e-commerce se tendrá en cuenta:
En el sector del turismo, por ejemplo, se tendrá en cuenta, entre otros aspectos:
Existen multitud de métricas, pero lo importante es escoger aquellos KPIs de marketing digital que van en línea con los objetivos. Por tanto, primero hay que establecer estos y después escoger las métricas para medirlos.
A estas métricas que nos medirán los objetivos podemos cuantificarlas de manera monetaria asignándole un valor. Por ejemplo, si tenemos marcados 5 objetivos y los hemos cuantificado con un valor en €, podemos a simple vista estimar qué objetivos nos reportan más valor.
Esta es sin duda la parte más difícil: escoger el mejor KPI para analizar nuestro negocio. Para simplificar la tarea, es útil que aquel responda a preguntas como:
Si el dato varía, ¿es relevante?, ¿tiene importancia? Si es relevante, ¿tenemos recursos para intervenir?
Si la respuesta a las preguntas es sí, entonces tendremos un KPI que podría ser válido para nuestros intereses.
Una vez que conoces las métricas más relevantes y que se adaptan más a tu negocio, y sabes cómo encontrar los principales KPIs, tienes un buen punto de partida para convertirte en un analista de marketing digital. Por lo general, toda la información se coloca en un dashboard para marketing, y después se audita la web para tener una visión global de los resultados.