El marketing digital es más directo, pasional y calculador que la comunicación online y está enfocado en alcanzar los números deseados por la empresa. Es curioso ver cómo en el marketing digital no se necesita de una comunidad (a diferencia de la comunicación digital) para realizar acciones puntuales de SEM, Social Ads o con Influencers, y que dirijan a una web con el objetivo de captar leads y generar conversiones. Todo debe estar previamente calculado con máxima precisión. En este momento es donde entra en escena la importancia de contar con un detallado plan de marketing digital y todas sus fases. He aquí su peso.
Las marcas luchan diariamente para suscitar emociones en sus clientes, y conseguir una mayor awareness y engagement. Buscan alcanzar una relación amorosa con sus consumidores que perduré para siempre. Una marca aspira hoy en día a convertirse en un ser humano que busca tener una relación con otro ser humano. Esto es Marketing.
En cualquier plan de marketing digital hay tres fases de trabajo a tener presente:
Tras el análisis inicial a modo de auditoría y consultoría, pasaríamos a la siguiente fase en nuestro plan de marketing digital: Estrategia y Táctica. En ella se deberá diseñar el plan de acciones (orgánico y ads) para cada canal y público estudiado, definiendo unos objetivos a corto, medio y largo plazo. Para poder hacer frente a estos cambios y acciones tácticas planteadas en la estrategia, lo recomendable es dividir en micro fases de trabajo las diferentes acciones a llevar a cabo y añadir el período de tiempo de cada etapa.)
En la fase de la estrategia es muy valioso definir los ejes, en base a los objetivos, que marcarán las acciones que vamos a llevar a cabo. Y, sobre todo, es necesario construir un relato creativo asociado a la identidad de la marca, que permita a los usuarios (potenciales leads) conectar con la empresa, con factores que van más allá del producto o servicio. Generar un vínculo emocional a través de la personalidad de la marca y su compromiso, tal y como explicamos en nuestro artículo de cómo hacer un plan de marketing digital.
Las marcas son el elemento sobre el que gira una compañía, y su valor de marca la principal arma de marketing de atracción. El trabajo de una marca no viene dado, ni tampoco se hace de la noche a la mañana. Hay que poner mucha dedicación en la construcción de una marca, desde su lanzamiento hasta durante todo el proceso de vida.
Una marca es fiel a unos valores que la identifican y que quiere transmitir al público. Son muchas las compañías que crean una marca, pero que no realizan acciones de branding para catapultarla, si no que esa marca pasa a ser desconocida por muchos o, en el peor de los casos, queda enterrada en el olvido.
Para que no pase esto, lo primero que hay que hacer es analizar la situación de la marca e idear una buena estrategia digital. Pensar en si hemos acertado en el nombre, en la imagen, en a quién nos dirigimos con esta marca, en las ideas que te vienen a la cabeza cuando oyes esa marca o ves su logotipo, etc… Hay que desmenuzar todos los elementos de creación que componen una marca para saber si estamos en el camino correcto.
Acto seguido, una vez convencidos de nuestra marca, se deberá marcar una estrategia de difusión y posicionamiento de la misma. Para ello, tenemos que tener presente todos nuestros canales de comunicación presentes. Las marcas huérfanas son todas aquellas que mueren en el camino por no haber marcado inicialmente una estrategia de marketing.
Siempre que estamos delante de una marca pensamos en estos cuatro puntos:
Las marcas las asociamos a imágenes del recuerdo que se forman en nuestra mente a través de inputs. A través del efecto de los social media hemos conseguido que las marcas se humanicen, que se acerquen a las personas y viceversa. Este es un gran paso adelante para todas aquellas compañías que se habían quedado huérfanas para que consigan ser apadrinadas por un público nuevo presente en la vida digital. También para ellas es una oportunidad de darse a conocer entre la sociedad, y qué mejor que aprovechar estos canales de comunicación sin fronteras para reforzar su marca e incrementar su notoriedad.
Al final, tenemos que pensar en construir una comunidad de seguidores en torno a la marca que refuercen nuestra identidad y reputación, y para ello hay que conseguir que tanto nuestro mensaje como imagen calen en sus mentes, y permitirles vivir experiencias inigualables siempre que se acerquen a nuestra marca.
No hay fronteras entre un mundo y el otro. De hecho, ahora es mucho más difícil controlar la repercusión que nuestra marca puede llegar a alcanzar, debido al elevado número de canales existentes. Es por ello que, ahora más que nunca, se debe cuidar con más atención y detalle la imagen y relato de la marca en nuestra estrategia, porque sino puede verse distorsionada en alguno de los puntos de contacto con el público, tanto dentro como fuera de la Red.
A través de las fases del branding de una marca se transmiten valores y se crea una identidad, en la que el público se reconoce, y se establece una relación emocional. Pero para que esto ocurra, es necesario forjar una identidad sólida, coherente, uniforme y con un mismo criterio, independientemente del canal o soporte donde se acabe proyectando.
Ahora bien, en las fases de un plan de branding de una marca se plasma tanto en el catálogo de productos de la empresa, en la nota de prensa como en la web; pasando por el servicio de atención al cliente en redes sociales, en una acción de inbound marketing y hasta en un banner publicitario insertado en un portal informativo, o en el dossier digital del evento que la marca ha organizado la pasada semana.
Hasta hace poco tiempo se decía que lo que diferenciaba a las grandes marcas del resto era el branding. Sin embargo, esto ha cambiado en los últimos años. Poco a poco las empresas, independientemente del sector en el que actúen, se han dado cuenta de la importancia del branding y han comenzado a cuidar su imagen y mensajes en cada uno de sus canales de comunicación. Sí, también en las redes sociales…
¿Cómo entienden las marcas el branding en 2022?
Las marcas tienen que mantener sus valores y personalidad, y no cambiar su propuesta de valor ni su estrategia de posicionamiento, porque lo que ha cambiado es la manera de llegar al público y el lenguaje que se debe utilizar en cada canal: stickers, emoticonos, hashtags, @.... Si una marca ha sido siempre rompedora y dicharachera como es el caso de Mediamarkt también debería serlo en sus canales digitales (tal y como muestra cada día), y si una marca era clásica y conservadora como se ha proyectado Mercedes Benz, con el paso de los años, así debería verse ahora en sus redes (aunque con un contenido más creativo). Y si la marca fuese Red Bull estaríamos ante una imagen desenfrenada y juvenil. De esto no cabe la menor duda.
Pon ilusión y dale sintonía a todo lo que hagas.
¿Te apetece echarle un vistazo a la Openclass de Alberto Chinchilla? Te dejamos el enlace a nuestro canal de Youtube: