El entorno digital ha permitido a las empresas acercarse con mayor eficacia a su público objetivo. Sin embargo, dado que la cantidad de información a la que estamos expuestos en este medio es muy elevada, es necesario que la estrategia de publicidad digital sea muy precisa. En este artículo, veremos sus diferentes tipos y cómo se debe utilizar eficazmente.
La publicidad digital es una estrategia de marketing que utiliza plataformas y tecnologías digitales para promocionar productos, servicios o marcas a través de distintos medios electrónicos. Los canales que utiliza para ello son múltiples y se incluyen los motores de búsqueda, las redes sociales, el correo electrónico, páginas web y aplicaciones móviles. A diferencia de la publicidad tradicional, la digital permite una segmentación más precisa del público objetivo, la personalización de los mensajes acorde a ella y, en definitiva, una mejora en la eficacia de las campañas.
Aunque más adelante profundizaremos en los tipos de publicidad online, los más usados son los anuncios en motores de búsqueda o SEM; el marketing en redes sociales o SMM; la publicidad display, los anuncios de video y la publicidad nativa. Además, se suelen usar técnicas como el retargeting y el marketing de contenidos para atraer y retener clientes.
La publicidad tradicional y la digital se diferencian principalmente en los canales utilizados, la capacidad de segmentación y la medición de resultados.
Los canales en la primera son medios como la televisión, la radio, los periódicos, revistas y vallas publicitarias. La publicidad digital emplea plataformas online, en las que figuran los motores de búsqueda, las redes sociales, el email marketing, las webs y las aplicaciones móviles.
La segunda diferencia es la segmentación, que en la digital se puede llevar a un nivel muy profundo para mostrar los anuncios al público objetivo. Este se selecciona según datos demográficos, intereses y comportamientos en la red. Por el contrario, la tradicional se suele basar solo en las características generales del medio elegido.
En tercer lugar, la publicidad digital cuenta con herramientas que miden y analizan en tiempo real el rendimiento de las campañas. Con estos análisis, se pueden obtener datos concretos sobre el alcance, la interacción y las conversiones de cada campaña, con el objeto de introducir mejoras que permitan alcanzar los objetivos. En tradicional, esta medición tan precisa no se puede realizar; solo estimaciones y estudios posteriores.
Existen varios tipos de publicidad online, pero no es necesario utilizarlos todos. Cada empresa debe valorar cuál es su presupuesto y la modalidad que le permitirá mejores resultados con su audiencia en particular.
- Publicidad nativa o native ads. Son anuncios que se integran de manera orgánica en el contenido de la plataforma en la que aparecen. Para ello, imitan su formato y estilo. Su ventaja es que no resultan intrusivos.
- Display. Son anuncios gráficos que se muestran en páginas web, aplicaciones o redes sociales, generalmente en forma de banners, imágenes o videos. Su diseño suele ser llamativo para captar la atención del usuario.
- Mobile Ads. Se trata de publicidad optimizada para dispositivos móviles, como anuncios dentro de aplicaciones, banners móviles y notificaciones push. Aprovechan la alta penetración de los teléfonos inteligentes.
- SEM (Search Engine Marketing). Son estrategias pagadas para aparecer en los primeros resultados de motores de búsqueda como Google, a través de la compra de palabras clave concretas. Google Ads es un ejemplo de ello, y se sirve de algoritmos, aunque también incluye otros formatos como el Display, Shopping Ads y publicidad programática.
- Social Ads. Son anuncios en redes sociales, como Facebook, Instagram, LinkedIn y Twitter, que permiten una segmentación detallada y la interacción directa con los usuarios.
- Retargeting online. Es una estrategia que muestra anuncios a usuarios que ya han visitado un sitio web o que han interactuado previamente con una marca. El objetivo es recuperar su interés y convertirlos en clientes.
- Vídeo online. Es publicidad en formato de vídeo distribuida en plataformas como YouTube, redes sociales y páginas web. Está diseñada para captar la atención mediante contenido visual atractivo.
- Email marketing. Consiste en utilizar el correo electrónico para enviar mensajes promocionales, boletines informativos y ofertas personalizadas a una lista de suscriptores.
- Smart TV. Es publicidad que se transmite a través de la televisión inteligente e integra anuncios en aplicaciones de streaming y servicios on-demand, para aprovechar la conectividad a Internet.
- Shoppable TV. Se trata de anuncios interactivos en televisión que permiten a los espectadores comprar productos directamente desde sus pantallas, a través de enlaces o códigos QR.
- Publicidad programática. Es una compra automatizada de espacios publicitarios en tiempo real mediante plataformas de demanda (DSP), que permite segmentar y optimizar anuncios con eficacia.
Para aplicar la estrategia de publicidad digital a una empresa, se pueden seguir los siguientes pasos:
Antes de iniciar una campaña de publicidad digital, es necesario identificar la Propuesta Única de Venta (USP) de nuestra empresa. Este factor diferencial debe estar claro para poder comunicar un mensaje que sea atractivo y así evitar anuncios genéricos que no capten la atención del público.
Para garantizar la eficacia de una estrategia, debemos comprender a la audiencia de una empresa concreta y hacer la segmentación correspondiente. Para ello, revisaremos datos demográficos, intereses y ubicaciones geográficas con herramientas como Google Analytics o las redes sociales. Además, esto nos orientará acerca de cuáles son los canales más adecuados para lanzar nuestras campañas publicitarias.
Debemos analizar en qué contextos obtenemos mejores conversiones, a partir de la observación de datos como dispositivos, ubicaciones y tipos de páginas que generan mejores resultados. Por ejemplo, si nuestra versión móvil tiene un bajo porcentaje de conversión, quizá debamos reconsiderar la inversión en anuncios para dispositivos móviles. Sin embargo, es importante adaptar las estrategias, para no perder la posibilidad de acceder a audiencias más amplias.
Algunas métricas interesantes son el Coste por Clic (CPC), Coste por Lead (CPL) y Coste por Adquisición (CPA). Estas permiten calcular el número de usuarios que se pueden atraer con una inversión determinada, las conversiones esperadas y el Retorno de la Inversión (ROI). Además, decisiones como si enviaremos el tráfico a nuestra página web o a una landing page específica puede influir significativamente en la eficacia final de una campaña. Herramientas como Instapage o Unbounce pueden ser útiles para crear landing pages optimizadas.
Para concluir, podemos decir que para garantizar la eficacia de las campañas de marketing y publicidad digital, es necesario elaborar una estrategia previa. Ahora ya conoces lo que debes tener en cuenta para ello. Pero si necesitas más información, consulta nuestra oferta formativa.