Un software podría definirse como un conjunto de instrucciones que hacen posible la comunicación con un ordenador. En otras palabras, son los programas informáticos que permiten que estos últimos, así como otros dispositivos, tengan una utilidad. Mientras que el hardware es la parte física, el software es intangible, pero además, no hay uno único que sirve para todo. En este artículo, conoceremos los tipos de software que existen y su funcionamiento.
Si atendemos a una clasificación por funcionalidad, podemos distinguir entre cuatro tipos de software diferentes. Son los siguientes:
El software de sistema es la base sobre la que se asienta el funcionamiento de cualquier equipo informático. Sus funciones principales son gestionar y coordinar los recursos del hardware, para que todos los componentes y programas sean compatibles unos con otros y eficientes. Es imprescindible para que los dispositivos puedan ejecutar las tareas que se les piden.
Los tipos más comunes de software de sistema incluyen:
El software de programación es la herramienta que utilizan los desarrolladores para crear el resto de programas que usamos en el día a día. Estos tipos de software crean el entorno que se necesita para escribir, probar y perfeccionar el código fuente que luego se convertirá en aplicaciones o sistemas operativos. Sin este, no sería posible crear nuevos programas, ya que se necesita una traducción de las ideas en instrucciones que sean comprensibles para los ordenadores.
Algunos ejemplos de este software son Lazarus, Delphi, Eclipse y PyCharm. Cada uno cuenta con un conjunto específico de herramientas y características, que están adaptadas a diferentes lenguajes de programación y necesidades de desarrollo.
Dentro de los componentes del software de programación encontramos los siguientes:
El software de aplicación son los programas que se diseñan para que los usuarios puedan realizar tareas o funciones concretas. Es, por tanto, el producto final con el que interactuamos. Nos permite, por ejemplo, redactar documentos, gestionar datos, comunicarnos o disfrutar de entretenimiento.
Estos tipos de software abarcan distintas herramientas que veremos a continuación. Pero todas ellas buscan satisfacer necesidades específicas del usuario. Por eso, en su desarrollo se tiene muy en cuenta la experiencia del usuario y la funcionalidad.
En la actualidad, con los avances tecnológicos, ya no se trata de programas aislados en dispositivos. Sino que ahora, pueden estar incluso alojados en la nube para permitir que varias personas puedan acceder o colaborar en tiempo real. Además, cuentan con versiones multiplataforma, para que se puedan usar desde teléfonos móviles, tablets y ordenadores.
Los tipos más comunes son estos:
El malware, también llamado software malicioso, es un tipo de software diseñado con la función concreta de infiltrarse, dañar o acceder a los sistemas informáticos sin autorización. Su objetivo es robar datos, espiar actividades, corromper archivos o deshabilitar sistemas.
Forma parte de actividades de ciberdelincuencia y se suele propagar por correos electrónicos, descargas no seguras o las vulnerabilidades en el software, de ahí que sea importante mantenerlos actualizados.
Podemos encontrar varios tipos de malware, como los siguientes:
Cuando se conocen los diferentes tipos de software que existen, las empresas pueden tomar mejores decisiones acerca de aquellos que necesitan para mejorar el funcionamiento de sus actividades en el día a día.
Como hemos visto, cada tipo de software cumple con una función específica. Por tanto, se pueden emplear para gestionar recursos, optimizar procesos o proteger los datos sensibles de la propia empresa, sus empleados o socios. Pero además de la funcionalidad, hay que tener en cuenta su arquitectura, para que garantice la escalabilidad y el mantenimiento a largo plazo.
En cuanto a los beneficios que se pueden obtener, destacan la mejora en la eficiencia operativa, la reducción de los costes o el incremento de la productividad. Por ejemplo, cuando se opta por un software de gestión empresarial que va acorde con las necesidades concretas de la empresa, se mejora la organización y el seguimiento de tareas. O si se trata de un software de seguridad, se puede proteger la información confidencial de las amenazas cibernéticas.
Al mismo tiempo, cuando no se elige correctamente entre los tipos de software, se corre el riesgo de que haya pérdidas de tiempo, vulnerabilidades que afectan a las operaciones o ineficiencias.
Ahora que hemos visto cuáles son los tipos de software, pasamos a ver qué son las licencias de software. Estas determinan el uso y la distribución de los programas mencionados. Para la elección, hay que tener en cuenta el acceso y las capacidades de los usuarios, pero también la forma en que se puede modificar, compartir o comercializar el software.
Una licencia de software es un acuerdo legal entre el usuario y el creador o distribuidor del software. En este contrato, todos los derechos y restricciones que se aplican al uso, modificación, y distribución del software quedan establecidos. Se utilizan para proteger los derechos de los desarrolladores, pero también para asegurar que los usuarios comprendan cómo pueden utilizar el software teniendo en cuenta la ética y la legalidad.
Los tipos de licencia de software más comunes según el rol de usuario son:
Además de por rol, hay otras categorizaciones para las licencias de software. Son las siguientes: