Las nuevas generaciones van mostrando comportamientos y preferencias muy diferentes a las de sus predecesores. Esto se debe a que los jóvenes de hoy en día han crecido en un entorno digital. Por tanto, este es su medio natural y donde invierten más tiempo. Dentro de las tendencias, encontramos el social commerce, que es la fusión del comercio electrónico con las redes sociales.
En este artículo, veremos en qué consiste y cómo se puede aprovechar su potencial.
El social commerce es una estrategia de ventas que utiliza las plataformas de redes sociales para facilitar y promover las compras online de productos y servicios. Sin embargo, a diferencia del ecommerce tradicional, que se desarrolla principalmente en el sitio web de una tienda en línea, el social commerce utiliza plataformas sociales como Facebook, Instagram o TikTok para la realización de las transacciones. Otra característica es que estas compras se suelen realizar desde los dispositivos móviles, a lo que se conoce como m-commerce.
Las opciones de venta son múltiples, e incluyen la publicación de productos con enlaces de compra directa en las redes sociales, el live shopping o incluso la creación de tiendas completas dentro de estas plataformas. Además, permite integrar tanto estrategias push como pull. Dado su potencial, las propias redes sociales han ido habilitando progresivamente esta opción para vender.
El atractivo que tiene el social commerce es que aprovecha el poder de las interacciones sociales y las recomendaciones personales. Ambas son eficaces para influir en las decisiones de compra de los consumidores.
La popularidad del social commerce se ha incrementado sobre todo entre la generación Z, porque esta valora la conveniencia, la personalización y la integración de la experiencia de compra con su actividad social en la red. Esta estrategia permite abrir las puertas a nuevos puestos de marketing digital.
Si lo vemos en más detalle, podemos encontrar las siguientes razones:
- Conveniencia y accesibilidad. Las redes sociales son herramientas que están muy presentes en la vida diaria de los jóvenes, quizás incluso demasiado. El hecho de que se puedan realizar compras directamente desde estas plataformas hace que desaparezcan las barreras y se simplifica el proceso de compra en gran medida.
- Interacción y recomendaciones sociales. Las generaciones más jóvenes, como los millennials y la generación Z, valoran las opiniones de sus amistades o de otros clientes, de ahí que el uso de estos comentarios se haya incrementado. El social commerce facilita que se puedan compartir productos, opiniones y experiencias de compra entre amistades y seguidores. Entonces, se produce una influencia directa en las decisiones de compra.
- Experiencia integrada. Para la generación Z, la experiencia de compra no se limita a la compra del producto en sí mismo. También tienen muy en cuenta la interacción social y la expresión de su identidad a través de las marcas que consumen. Hay que tener en cuenta que se trata del sector poblacional más joven de la sociedad y en edad de consumir. A través del social commerce, su compra es más social y personalizada.
Para aprovechar todo el potencial que esta técnica tiene, es necesario desarrollar una estrategia de social commerce. A continuación te dejamos los pasos que debes seguir.
El primer paso es tener claro quiénes son los clientes objetivo dentro de la generación Z y qué plataformas sociales prefieren. Se trata de investigar sus intereses, comportamientos de compra y cómo interactúan con las marcas en la red. No obstante, esta estrategia es interesante sobre todo con esta generación, si la audiencia de una marca no realiza compras en este entorno, difícilmente se podrán conseguir los resultados deseados.
Crea perfiles de empresa profesionales, pero a la vez atractivos en las plataformas donde la audiencia está más activa. La imagen de marca, el tono de voz y el contenido deben reflejar los valores y la personalidad de la empresa.
Algunas redes sociales tienen herramientas específicas de social commerce, como Instagram Shopping, Facebook Marketplace o las funciones de compra en TikTok. Estas características permiten hacer compras directamente desde las publicaciones o los perfiles de las redes sociales.
El contenido que se cree debe conectar con el público objetivo. Se pueden publicar fotos y videos de alta calidad de los productos, con reseñas de clientes, testimonios y demostraciones.
Hay que animar a los seguidores a interactuar con el contenido a través de preguntas, encuestas, concursos y retos. Si los seguidores comentan, hay que responder con rapidez e interactuar. Y siempre que sea posible, personalizar los mensajes para generar confianza.
Los influencers tienen una gran influencia en la generación Z. Se trata de identificar a aquellos que son más relevantes para el nicho de mercado en cuestión y establecer colaboraciones que sean auténticas.
Las herramientas de análisis de redes sociales sirven para monitorear el rendimiento de las campañas de social commerce. La estrategia se ajustará según los datos obtenidos para optimizarla y mejorar los resultados.
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