El futuro pasa por hogares y empresas cada vez más conectadas, y eso supone un importante reto para la industria 4.0, que tiene que avanzar con la misma rapidez que lo está haciendo la tecnología. Para poder afrontar esta nueva situación, las compañías deben contar con profesionales ampliamente formados, personas que sean capaces de enfrentar un futuro con gran protagonismo de máquinas que son capaces de pensar solas. Sigue leyendo, y descubre qué es el internet de las cosas (IoT), sus funciones y ejemplos. Una información más que interesante para quienes quieran dedicarse a carreras como la de Digital Project Management.
De un tiempo a esta parte, no paramos de escuchar el término internet de las cosas. Cada vez estamos más interconectados y contamos con más dispositivos en la red, y eso se traduce en grandes beneficios y facilidades en el día a día. Pero también en la necesidad de aprender y educarnos en un mundo que cambia a gran velocidad.
En muy pocos años, hemos pasado de solo disponer de una escoba en casa a tener una aspiradora que funciona sola y que podemos programar para que limpie mientras estamos trabajando, o que incluso podemos encender a través de una aplicación en el móvil. Solo la arquitectura de software se mueve tan rápido.
Pero, ¿a qué nos referimos exactamente cuando hablamos del internet de las cosas o el IoT (Internet of Things)? Pues bien, este término se refiere a la red que interconecta de forma digital a todos los dispositivos entre sí, con las personas y con el propio internet. Gracias a esta conexión, se puede estar continuamente captando información que puede ser muy beneficiosa, después de un análisis de datos, para conocer mejor el rendimiento de los dispositivos, así como para hacer ciertas recomendaciones a los usuarios.
Este concepto intangible es el que permite conectar entre sí los objetos que usamos a diario para hacernos la vida más fácil y conseguir ser más eficientes. Es cierto que tendemos a pensar en ello a nivel doméstico. Sin embargo, el beneficio y las posibilidades de desarrollo en el sector industrial pueden ser únicas para mejorar trabajos y producción, y reducir costes energéticos.
Si bien este sistema puede suponer uno de los más grandes beneficios para la humanidad, es cierto que aún queda mucho trabajo por delante. No solo para implementarlo en su totalidad, sino también para convertirlo en un entorno seguro. La ciberseguridad se convierte en un elemento clave para que el desarrollo del internet de las cosas sea de confianza.
En el contexto del IoT, la ciberseguridad se vuelve crucial debido a la suma de dispositivos interconectados, y la gran cantidad de datos que se generan y transmiten. Precisamente por eso, existen varios aspectos de la relación entre el IoT y la ciberseguridad que deben tenerse en cuenta:
Los dispositivos IoT a menudo tienen limitaciones en términos de recursos de hardware y software, lo que puede dificultar la implementación de medidas de seguridad robustas. Además, muchos dispositivos IoT son fabricados por diferentes fabricantes con diferentes niveles de seguridad, lo que puede dar lugar a brechas de seguridad.
Los dispositivos IoT recopilan y transmiten una gran cantidad de datos personales y confidenciales. Así, la protección de la privacidad y la seguridad de estos datos se convierte en un desafío importante. Y es que la falta de medidas adecuadas de seguridad y encriptación puede dar lugar a fugas de datos y violaciones de la privacidad.
Los dispositivos IoT pueden ser objetivo de ciberataques, como ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS) o la toma de control de dispositivos para actividades maliciosas. Estos pueden tener consecuencias graves, como interrupción de servicios, robo de información o incluso riesgos para la seguridad física.
Con la proliferación de dispositivos IoT, se vuelve más complejo gestionar las identidades y los accesos a estos dispositivos. Por ello, es fundamental implementar mecanismos seguros de autenticación y autorización para garantizar que solo las personas o sistemas autorizados puedan acceder y controlar los dispositivos IoT.
Para abordar estos desafíos y garantizar una mayor seguridad en el entorno del IoT, se requiere una combinación de medidas técnicas y de buenas prácticas. Algunas de las acciones que se pueden tomar incluyen:
Como ves, solo a través de un enfoque integral de seguridad se pueden aprovechar plenamente los beneficios del IoT sin comprometer la privacidad y la seguridad de los usuarios y los datos.
El Internet de las Cosas (IoT) es una tecnología que tiene una amplia gama de aplicaciones en diferentes campos y sectores. Una de las principales utilidades del IoT es la automatización y la eficiencia en el hogar. Gracias a la interconexión de dispositivos inteligentes, como termostatos, electrodomésticos y sistemas de seguridad, se pueden llevar a cabo tareas de manera automática y gestionar de forma eficiente los recursos, como la energía y el agua. Esto proporciona comodidad a los usuarios, a la vez que se logra un ahorro energético y un mayor control sobre el entorno doméstico.
En el campo de la salud y el bienestar, el IoT desempeña un papel crucial. Los dispositivos portátiles, como los relojes inteligentes y los monitores de actividad física, pueden recopilar datos sobre la salud y el rendimiento de las personas. Lo que ayuda a fomentar un estilo de vida más saludable y a facilitar el seguimiento de enfermedades crónicas. Además, los dispositivos médicos conectados permiten un control remoto de pacientes, mejorando la atención médica y brindando una mayor comodidad tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud.
Funciones del IoT para la sociedad
Además del ámbito doméstico, el IoT también tiene un impacto significativo en el desarrollo de ciudades inteligentes. Mediante la instalación de sensores y dispositivos conectados en áreas urbanas, es posible monitorizar y gestionar diversos aspectos, como el tráfico, la iluminación pública, la gestión de residuos y el suministro de servicios básicos como el agua y la energía. Esto conduce a una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos, así como a una gestión más eficiente de los recursos y una mayor sostenibilidad.
Otro ámbito en el que el IoT tiene un impacto significativo es el transporte. Con el uso de sensores y sistemas de comunicación, es posible gestionar el tráfico, optimizar las rutas de transporte, mejorar la seguridad vial y proporcionar servicios de movilidad más eficientes. Esto se traduce en un transporte más fluido, menor congestión, reducción de emisiones y una mejor experiencia para los usuarios.
En el sector industrial y de manufactura, el IoT se utiliza para mejorar la eficiencia y la productividad. A través de la implementación de sensores y dispositivos interconectados en los procesos de producción, es posible realizar un monitoreo en tiempo real, lo que facilita la detección temprana de problemas, el mantenimiento predictivo de maquinaria y la optimización de la cadena de suministro. Esto conduce a una mayor eficiencia en la producción, reducción de costos y una mejora general en los resultados empresariales.
La agricultura también se beneficia enormemente del IoT. Mediante el uso de sensores y dispositivos conectados en el campo, los agricultores pueden controlar variables críticas, como la humedad del suelo, la temperatura, la calidad del agua y la presencia de plagas. Esto permite una gestión más precisa y eficiente de los cultivos.
Son muchos los ejemplos que podemos encontrar del internet de las cosas, tantos que somos incapaces de imaginar sus funciones y lo que pueden hacer por nuestro día a día y las facilidades que pueden ofrecernos. Veamos algunos ejemplos:
Es capaz, no solo de avisarte si falta algo, sino también de hacer el pedido por ti o incluso decirte qué productos están a punto de caducar.
Es un espejo inteligente con el que podrás saber tu peso, la calidad de tu sueño o tu hidratación corporal.
Es una maleta Robot que te sigue a todas partes sin que tengas que cargarla o tirar de ella.
Es la posibilidad de contar con una orla universitaria con movimiento como si de una foto de Harry Potter se tratase.
Amazon Echo es un altavoz inteligente que utiliza el asistente virtual Alexa. Puedes interactuar con él mediante comandos de voz para reproducir música, obtener información, controlar dispositivos domésticos inteligentes y realizar compras en línea.
Fitbit es una marca de dispositivos para el seguimiento de la actividad física y la salud. Puedes llevar un reloj inteligente o una pulsera Fitbit para medir tus pasos, la calidad del sueño, la frecuencia cardíaca y más. Los datos se sincronizan con una aplicación móvil para que puedas realizar un seguimiento de tu progreso y establecer metas.
Nest Protect es un detector de humo y monóxido de carbono inteligente. Además de detectar situaciones de emergencia, se conecta a tu red Wi-Fi y envía alertas a tu teléfono en caso de que haya un problema. También puede integrarse con otros dispositivos Nest para una mayor seguridad en el hogar.
El Tesla Model S es un automóvil eléctrico con capacidades avanzadas de IoT. No solo puedes controlar y monitorear el estado del vehículo a través de una aplicación móvil, sino que también puede recibir actualizaciones de software inalámbricas y mejoras de rendimiento.
Philips Hue es un sistema de iluminación inteligente que te permite controlar tus luces desde tu teléfono o mediante comandos de voz a través de asistentes virtuales. Puedes ajustar el brillo, el color y programar horarios para encender y apagar las luces, creando diferentes ambientes en tu hogar.
En definitiva, el IoT abre un mundo de posibilidades y ventajas en nuestra vida diaria, pero también requiere un enfoque integral de seguridad y una educación constante para aprovechar plenamente sus beneficios. Como sociedad, debemos estar preparados para enfrentar los retos y oportunidades que nos ofrece esta nueva era de conectividad y tecnología.
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