La digitalización ha facilitado los procesos que realizamos. Pero gracias a conceptos como el legal design, también ha simplificado la comprensión de los mismos. Como su nombre deja entrever, es una fusión de conceptos que relaciona una forma de pensar centrada en el usuario final con la información jurídica.
En este artículo, daremos una definición y aplicaciones de este concepto, y cómo humaniza el derecho a través de la experiencia del usuario.
El legal design es una metodología que combina el diseño centrado en el usuario con el derecho, con el fin de crear soluciones legales más accesibles y comprensibles para aquel. Esta disciplina se nutre de principios del diseño gráfico, la psicología cognitiva y la experiencia de usuario (UX), pero los aplica a documentos legales, procesos y sistemas jurídicos.
Su nombre, que se traduce como diseño legal, es la aplicación del design thinking a la información jurídica, que se caracteriza por ser muy compleja y de difícil comprensión. De este modo, se vuelve más fácil de entender para una audiencia más amplia. La popularidad del movimiento legal design thinking va en aumento, ya que tiene un gran potencial tanto dentro de la propia profesión como para aquellas personas que, por alguna razón, necesitan comprender ciertos conceptos de la ley.
Pero el enfoque del legal design no es simplemente hacer que los documentos legales resulten más sencillos o atractivos. En su lugar, se trata de un rediseño para que sean intuitivos y útiles para las personas que los usan. Por ejemplo, implica el uso de gráficos, diagramas, un lenguaje claro y estructuras visuales que faciliten la comprensión y el uso eficaz de la información legal. Podríamos decir que trata de cerrar la brecha que todavía existe entre la complejidad del lenguaje jurídico y las necesidades del usuario final.
El legal design persigue varios objetivos, que de cara a las startups, son particularmente relevantes:
- Accesibilidad y comprensibilidad. La información legal debe ser comprensible para cualquier persona, con independencia de su formación jurídica. Dado que las startups tiene recursos limitados, pueden tomar decisiones rápidas sin invertir en la contratación de equipos legales.
- Eficiencia en los procesos legales. El legal design busca optimizar estos procesos con la simplificación de los procedimientos. Así se gana agilidad y facilidad para adaptarse a los cambios en las regulaciones y en el mercado.
- Empoderamiento del usuario. Estos pueden encargarse por sí mismos de sus propios asuntos legales sin riesgos, ya que los pueden comprender.
- Mejora de la experiencia del usuario. Como en otros campos del diseño, la experiencia del usuario se ve mejorada porque la interacción con los documentos y procesos legales se simplifica.
Las aplicaciones del legal design son múltiples y con el paso del tiempo se van ampliando. Las más destacadas en la actualidad son las siguientes:
- Contratos simplificados. Los contratos tradicionales suelen ser largos y complejos, pero gracias al legal design son más visuales y comprensibles. Por ello, se facilita la revisión y la firma electrónica. En el marco de las startups, agiliza sus procesos, ya que deben gestionar múltiples acuerdos con clientes, proveedores e inversores.
- Políticas de privacidad y condiciones de servicio. Estas políticas son esenciales, pero a menudo se ignoran por su complejidad. El diseño legal rediseña estos documentos para que sean más claros y transparentes. Como ventaja añadida, se incrementa la confianza de los usuarios.
- Formularios y procesos de cumplimiento. Estos suelen usarse para cumplir con las regulaciones pertinentes. Su simplificación reduce la carga administrativa y los errores.
- Formación y comunicación interna. El legal design también puede aplicarse a la formación y comunicación interna de una empresa. Por ejemplo, para crear materiales didácticos y protocolos que sean fáciles de seguir por la plantilla.
Los beneficios de apostar por el legal design son:
Cuando los procesos legales se simplifican y optimizan, se reducen en gran medida los costes asociados a la gestión legal, que puede suponer un desembolso considerable. Como hemos dicho, las startups tienen recursos limitados, por lo que les beneficia enormemente.
La dificultad para comprender en qué consisten ciertos procedimientos o las consecuencias que pueden suponer perjudican la toma de decisiones. Cuando la información legal se vuelve clara y accesible, se puede responder con mayor rapidez y seguridad. Otras herramientas que también simplifican la información y contribuyen a mejorar las decisiones son los gestores documentales y el e-discovery o descubrimiento electrónico.
Las soluciones de legal design pueden ayudar a las startups a cumplir con las diferentes normativas por las que se vean afectadas. Más allá de agilizar los procesos, se evitan sanciones y mejoran su reputación como empresas.
La transparencia en los documentos legales repercute directamente en la imagen de una empresa. Pero además, genera confianza y mejora la satisfacción del cliente, lo que puede conducir a una mayor lealtad y retención.
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