No nos cansamos de repetir que el futuro ya está aquí. Sin embargo, hay muchas más cuestiones a desarrollar para seguir evolucionando en esta nueva era y se necesitan líderes para ponerse al frente de los cambios que seguimos viviendo. Entre estas figuras destaca el Innovation Manager, un profesional capaz de enfrentarse a las nuevas necesidades de una empresa y que pone sus conocimientos y habilidades al servicio de la mejora de los procesos de negocio, la innovación y el diseño de productos.
Pero para poder convertirte en Innovation Manager y desarrollar esta profesión vas a tener las cosas mucho más fáciles si te formas en las competencias necesarias que requiere este puesto. En Three Points contamos con uno de los programas más completos para poder desarrollar proyectos de innovación, se trata del Máster en Dirección de Sistemas, Tecnologías e innovación. Gracias a la formación recibida, podrás desarrollar las habilidades y capacidades necesarias para liderar un departamento de tecnología, a la vez que dispondrás de los conocimientos y herramientas clave para definir la estrategia operativa del departamento, identificar nuevas tendencias tecnológicas según las necesidades del negocio y liderar su implementación de forma transversal en la empresa.
El Innovation Manager o gestor de innovación es quien se encarga de liderar y llevar a cabo los procedimientos de cambio que realiza una empresa o entidad. Debe estar al día para poder gestionar los procesos de negocio, la innovación o incluso los cambios de diseño de los productos. En estos años, uno de los procesos por el que más empresas están pasando es por el de digitalización, de la misma forma que en los anteriores, es importante que este cambio también cuente con un líder que pueda anticiparse a los posibles problemas y los resuelva adecuadamente.
En conclusión, la figura del Innovation Manager puede llevar a cabo diferentes roles dentro del proceso de modificación de una empresa, pero lo más importante es que él mismo actúe como agente de innovación o como facilitador para que la innovación pueda desarrollarse.
Es por todo lo que hemos contado hasta ahora que el Innovation Management o gestión de la innovación se debe entender como un elemento transversal que afecta a toda la organización. Es importante que se piense como algo particular de cada empresa porque debe atender a las cuestiones únicas que se desarrollan en ella. El conocimiento entre los miembros de cada entidad debe fluir para que se pueda desarrollar todo el potencial innovador.
Las funciones que debe llevar a cabo este profesional son muy diversas y requiere un alto grado de identificación de oportunidades y desarrollo de ideas para mejorar la empresa:
· Búsqueda de nuevas ideas para su desarrollo. Para ello, una de las actividades más recomendadas es la de dirigir actividades o talleres de brainstorming que ayuden a que el equipo puede desarrollar su creatividad.
· Fomento del uso de herramientas para la innovación y búsqueda de ideas dentro y fuera de la propia empresa.
· Creación de la estrategia de innovación. El Innovation Manager recopila ideas y crea con ellas una hoja de ruta que seguir para poderlas llevar a cabo, su fortaleza se basa en el conocimiento y en el análisis de cada situación.
· Anticipación a lo que pueda pasar. Para ello investiga tendencias futuras y su posible impacto en la organización.
· Persuasión para convencer al resto de empleados de la importancia que tiene la innovación dentro de la empresa.
· Búsqueda de la oportunidad y de la financiación necesaria para llevar a cabo un proceso de innovación.
· Selección de aquellos proyectos que pueden ser adecuados para la estrategia.
· Creación de análisis DAFO para conocer las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de la empresa.
La figura del Innovation Manager puede estar directamente contratado por una empresa o puede trabajar como freelance.
En caso de escoger la primera de las opciones es muy recomendable que forme parte de los puestos directivos. Esto se debe a que estamos hablando de un perfil con unas funciones extremadamente transversales, que afectan a diferentes departamentos de una misma organización.
Si lo que conviene es la contratación de un Innovation Manager externo, la empresa debe tener claro que, en un primer momento, este perfil no conocerá ni el funcionamiento ni a los empleados de la entidad. Para poder llevar a cabo su papel en la innovación tendrá que ponerse al día en un tiempo récord y que no se le considere un extraño. En contrapunto, las ventajas de este modelo es que se cuenta con un trabajador mucho más flexible y con capacidad de adaptación a los nuevos cambios.