Un Ecommerce Manager es responsable de las ventas online de una empresa. Monitorizan el aspecto, usabilidad y UX de la página web y su tarea principal es la de generar ventas a través de los diferentes canales online. Dependiendo de la estructura organizativa de cada empresa, pueden o no estar a cargo del departamento de marketing online y trabajar mano a mano con los desarrolladores web y otros actores que contribuyen a generar tráfico basado en el diseño y la arquitectura del sitio.
¿Te has preguntado alguna vez qué hace un Ecommerce Manager? Tal y como hemos visto en la descripción anterior, sus objetivos son muy variados y, para lograrlos, debe trabajar codo con codo con gran cantidad de profesionales. Teniendo todo ello en cuenta, podemos catalogar las funciones del Ecommerce manager como sigue.
Un Ecommerce Manager debe ser capaz de diseñar y liderar la recogida de datos sistemática de su área de mercado de manera que sea capaz de prever la intención de compra de su público objetivo y las tendencias del sector al que pertenece. Este tipo de investigación ayuda a diseñar todo tipo de estrategias, desde el pricing hasta el mejor momento para un lanzamiento.
No se trata de que el Ecommerce Manager sea un experto en codificación, sino de que posea cierta comprensión de la disciplina. De esta manera podrá liderar la optimización de la página para poder alcanzar sus objetivos.
Otra de las funciones de este profesional relacionadas con el diseño web es ayudar con los diseños de contenido y la planificación.
Es más que probable que el project manager de un ecommerce no sea la persona que diseñe o ejecute proyectos de diseño, pero sí será el encargado de presentarlos. Para que dichas presentaciones resulten efectivas, hay algunas cuestiones que deben tenerse en cuenta:
Independientemente del tamaño de la empresa, en el momento en que la misma contrata a un Ecommerce Manager, se crea el departamento de comercio electrónico correspondiente. Si el mismo cuenta con más personas, la supervisión de las mismas será parte de las funciones del project manager de ecommerce.
Como cualquier otro perfil, el profesional que pretenda cubrir el puesto de Ecommerce Manager debe poseer un conjunto de habilidades determinadas. Muchas de ellas se deducen de la lista de funciones que acabamos de ver.
Como en el caso del diseño web, no hace falta que conozca dichas plataformas en cuanto a código, pero sí ha de saber cómo funcionan, cuáles son las principales ventajas e inconvenientes de todas ellas y, sobre todo, con cuál debería trabajar una empresa dada. Escoger los diferentes canales de venta es una de las funciones de este profesional y para hacer esa elección con garantías de éxito, debe saber en qué consisten las opciones.
Amazon, Etsy o eBay son algunos de los marketplaces en los que las empresas pueden operar. Un Ecommerce Manager debe saber cómo funcionan, si el público objetivo de un producto o servicio se encuentra en esos mercados y cómo hacer que su empresa destaque en aquellos en los que vaya a operar.
No olvidemos que ecommerce es la palabra inglesa para referirse al comercio electrónico. Ninguna persona sin solvencia en ventas debería estar al frente de un departamento cuya función principal es vender.
Lo que nos lleva a la necesidad de que el Ecommerce Manager esté familiarizado con las técnicas y conceptos del marketing online. ¿El motivo? Esta será una de sus principales herramientas de venta. Facebook Ads, Google Ads, redes sociales, etc., son elementos que este profesional debe saber utilizar a su favor. Todo ello sin perder de vista que deberá trabajar con expertos cuyas habilidades se encuentran entre las más buscadas del mercado laboral.
Vender online pasa indefectiblemente por optimizar la tasa de conversión, de manera que la persona a cargo del departamento de comercio electrónico debe conocer las estrategias y herramientas necesarias para lograrlo. En otras palabras, este rol exige saber cómo crear un ecommerce de éxito.
Según la web especializada Glassdoor, el salario aproximado de un Ecommerce Manager es de 51 140 € brutos anuales. Esta cifra varía según la empresa y la experiencia del candidato.