Tener una empresa implica ser conscientes de la creciente competitividad en todos los sectores y de los cambios continuos que tienen lugar. Por suerte, estos cambios también se producen en las estrategias, que pueden ayudarnos a detectar con mayor rapidez las tendencias emergentes. Se le conoce como coolhunting, y es un método que permite aprovecharlas para marcar una diferencia en el mercado.
¿Quieres conocer otras metodologías para aplicarlas en estrategias que mejoren la experiencia del cliente y fomenten la innovación en tu empresa? Este es solo uno de los puntos que aprenderás en el Máster en Marketing Digital e Inteligencia Artificial. Aprenderás a liderar proyectos y a dar respuesta a las necesidades del entorno empresarial.
El coolhunting se puede traducir literalmente como “caza de tendencias”. Es una metodología que se utiliza para identificar comportamientos, gustos y preferencias que podrían convertirse en tendencias futuras.
Para llevarla a cabo, hay que dedicar tiempo a observar y a analizar la sociedad, la cultura, la moda, la tecnología, etc. En definitiva, cualquier ámbito que pueda ser de utilidad para detectar señales que apunten a un cambio en las costumbres o demandas del mercado.
En las últimas décadas, las empresas se han centrado siempre en realizar un estudio de la competencia. Sin embargo, dado que los cambios se producen cada vez con mayor rapidez, es necesario adelantarse a ellos. Y es ahí donde reside la utilidad del coolhunting, que no solo mira el presente, sino que trata de prever el futuro.
Quienes realizan esta técnica son conocidos como coolhunters o cazadores de tendencias. Y suelen ser profesionales con una gran capacidad de observación, análisis y, sobre todo, intuición para detectar señales de cambio antes de que se conviertan en fenómenos masivos. De este modo, se pueden adelantar a la competencia y proponer innovaciones que respondan a las demandas emergentes del público. Un ejemplo es el cambio en la empleabilidad durante el coronavirus, que además del teletrabajo, surgieron nuevos productos.
Las etapas del coolhunting se refieren al proceso que va desde que una marca identifica una tendencia emergente hasta que se convierte en viral y es masivamente adoptada por el mercado. Son las siguientes:
Quienes llevan a cabo esta metodología, consiguen dar con ideas o productos diferentes que se alejan de lo tradicional. Pueden ser marcas como Apple en el sector tecnológico, que siempre lanzan un nuevo concepto.
En esta fase, los adoptantes precoces son quienes están observando lo que los anteriores lanzan al mercado. Son los encargados de convertir esa idea o tendencia en viral, porque se apropian de ella y la comparten en su entorno. Son, por ejemplo, los influencers de moda.
Una vez que los influencers comienzan a distribuir la nueva tendencia y sus audiencias se empapan de ella, el fenómeno se vuelve viral. Aquí las empresas empiezan a obtener beneficios, porque se materializa el concepto en forma de demanda y las ventas se alzan.
A medida que pasa el tiempo, deja de ser una innovación por ser un producto que se consume masivamente. En este punto, se reinicia el proceso de coolhunting para dar con otras tendencias emergentes.
El método coolhunting no solo implica observación. También se sirve de herramientas como el data analytics, puesto que en la actualidad contamos con tecnología que es capaz de identificar tendencias y patrones. Pero sean cuales sean las fuentes de información, sus ventajas son las siguientes:
- Anticipación y aprovechamiento de tendencias. Las empresas que usan coolunting se adelantan a los cambios del mercado y diseñan productos y servicios que cubren las necesidades de los consumidores antes que la competencia.
- Mejora de la innovación. Se fomentan las ideas innovadoras y se crean productos y servicios disruptivos acordes con las tendencias sociales.
- Diferencia competitiva. Ser líderes en innovación equivale a tener una ventaja frente a la competencia.
- Reducción de riesgos. La anticipación de tendencias, reduce el riesgo de fracaso en la toma de decisiones, ya que se basan en información real.
- Mejor conocimiento del cliente. Los coolhunters entienden los gustos y expectativas de los consumidores, por lo que pueden satisfacer sus necesidades, mejorar la experiencia del cliente y facilitar la fidelización.
Además de contar con un equipo de coolhunters, habrá que usar herramientas para obtener información. Por ejemplo, redes sociales, blogs, informes de tendencias, eventos y ferias, etc. A través de la tecnología, se podrán también identificar patrones emergentes y cambios en los gustos del consumidor.
Quienes conocen en profundidad un área o sector, pueden darnos pistas sobre las tendencias. Hay que identificar quiénes son estos líderes de opinión e influencers; porque además de sus conocimientos, su simple percepción puede influenciar en las decisiones de compra.
Conocer las tendencias no equivale a usarlas todas. Habrá que valorar viabilidad para la empresa y potencial real por las impresiones de los usuarios. Además, se elegirán aquellas que se alineen con los valores de la marca.
Seleccionadas las relevantes, se incorporarán como estrategias, productos o servicios. Después de las campañas publicitarias de lanzamiento, se hará un seguimiento para valorar el éxito o realizar ajustes.
La experiencia del cliente debe ser siempre el epicentro en las relaciones comerciales, pero esta se mantiene en constante cambio. Aprende a utilizar el coolhunting y otras estrategias con nuestro máster especializado.