Nos hemos acostumbrado a ver y navegar por páginas web a diario. Sin embargo, pocas veces somos conscientes de todo el trabajo que hay detrás para que puedan funcionar. Pero sobre todo, de aquellos elementos que son los responsables de que la información sea accesible y la navegación intuitiva. Son parte de la maquetación web, y en este artículo veremos qué es y cómo se realiza, así como algunas herramientas disponibles para ello.
La maquetación web se refiere al proceso de transformar el diseño de una página web en código HTML, CSS y JS. Este es el lenguaje que entienden los navegadores web, que son los que deben interpretarlas para poder reproducirlas tal y como las vemos. Además, en diferentes dispositivos. También conocida como maquetación CSS o maquetación HTML, es parte del Front End Development.
Para poder maquetar una página web, es necesario planificar, conceptuar y organizar todo el contenido que se quiera incluir en la página web. Este debe ir enfocado a mejorar la experiencia de usuario.
No se trata simplemente de traducir imágenes a código y de que este resulte en una apariencia estética. El objetivo es mejorar la usabilidad. Es decir, que los usuarios puedan navegar con comodidad y poco esfuerzo, y acceder con rapidez a la información que estén buscando.
Cuando se realiza la maquetación web de una página, hay que tener en cuenta que no existe un único tipo. Por el contrario, hay varios; cada uno con sus propias características y ventajas. Se trata de identificar cuál es el que mejor se adaptará a las necesidades del proyecto.
Para realizar una maquetación web, o incluso para desarrollar una App, es necesario seguir una estructura con los distintos elementos que se incluirán en el diseño. Estos son las imágenes y los textos, y determinan la organización visual y la disposición espacial de la página.
Dichas estructuras pueden ir organizadas en capas, columnas o cajas, pero deben tener el siguiente orden.
La cabecera es la parte superior de la página y suele contener el logotipo, una banda de color o un slider con imágenes destacadas. Esta sección crea una primera impresión de la página y marca la identidad visual del sitio. Además de ser atractivo, debe incluir enlaces a secciones importantes del sitio, como la página de contacto o redes sociales.
El menú principal es la columna vertebral de cualquier web, dado que facilita la navegación entre las diferentes páginas del sitio. Suele ir debajo de la cabecera o a un lado, pero debe tener una estructura sencilla que muestra la información con claridad. Influye directamente en la experiencia del usuario. En diseños adaptables o responsive, el menú también debe adaptarse. Por ejemplo, será desplegable en los dispositivos móviles.
Aquí es donde se muestran los contenidos textuales y visuales, que son el mensaje central de cada página. En función de la finalidad del sitio, se organizará en columnas, secciones con imágenes, artículos, listas de productos, etc. Esta parte debe ser clara y accesible, y con una estética acorde con el resto de la página.
En el pie de página se suele colocar la información legal, las políticas de privacidad, los términos y condiciones y los datos de contacto. También puede incluir enlaces para suscripciones a newsletters o los iconos de las redes sociales. Se le suele dar menos importancia que a otras secciones, pero también debe ser profesional.
Para realizar una maquetación web óptima, hay que tener claros algunos puntos relacionados tanto con la estructura HTML como con el diseño visual que dan las hojas de estilo CSS. La combinación de ambos lenguajes es la que define la experiencia que el usuario va a tener cuando acceda a la página web o la aplicación.
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A continuación, vamos a ver las principales características y pasos del proceso de maquetación a tener en cuenta:
El primer paso para una buena maquetación web es asegurar que la navegación es clara y fácil de seguir. En HTML, implica organizar el contenido con elementos como el nav, que define áreas de navegación, header para la cabecera y footer para el pie de página.
También habrá que estructurar el código HTML con etiquetas semánticas para facilitar la accesibilidad y mejorar el SEO. En cuanto al lenguaje CSS, se usarán menús flotantes o hamburguesa para dispositivos móviles, que adaptará la navegación con media queries para que la experiencia sea buena con independencia del dispositivo usado.
Para mantener un orden con jerarquía, se usarán encabezados y elementos de listas o secciones en HTML. En CSS, el orden se puede reforzar con tamaños de fuente, colores y espaciado (padding y margin). También es importante utilizar la propiedad z-index para controlar la disposición de los elementos en capas y asegurar que los más importantes sean siempre los más visibles.
En HTML, estas pueden ser botones o enlaces que redirigen a los usuarios hacia conversiones específicas. Estos elementos se deben personalizar en CSS para que sean atractivos e inviten a la acción. Por ejemplo, con colores que contrasten, tamaños de fuente grandes y bordes redondeados. También se pueden incorporar efectos de hover o transiciones suaves para que la interacción sea más dinámica.
La maquetación web siempre se debe realizar teniendo al usuario en mente. Ambos lenguajes deben trabajar juntos para facilitar la interacción y hacer que la experiencia sea lo más satisfactoria posible. HTML debe proporcionar la estructura clara y comprensible, mientras que CSS mejorará la legibilidad con tipografías, alineaciones y un esquema de colores correctos.
Hay técnicas como el lazy loading que ayudan a cargar imágenes o videos con rapidez para reducir el tiempo de carga y evitar que se incremente la tasa de rebote.
Existen varias herramientas de maquetación web, que ayudan a los desarrolladores a crear sitios atractivos y funcionales sin necesidad de escribir demasiado código. Estas son las cinco más populares:
Divi es un constructor de páginas visual basado en WordPress, que permite a los usuarios diseñar sitios web de manera intuitiva mediante un editor de arrastrar y soltar. Cuenta con plantillas personalizables y se puede editar en tiempo real. Es apta para usuarios de cualquier nivel porque da control total sobre el diseño sin necesidad de conocimientos avanzados sobre CSS o HTML.
Elementor también se usa en WordPress. Es un maquetador visual que crea páginas web completamente personalizables en poco tiempo. Su interfaz de arrastrar y soltar simplifica el proceso de diseño, y tiene plantillas prediseñadas para ahorrar tiempo. Sus diseños son responsive.
Bootstrap Studio crea sitios web responsive usando el framework Bootstrap. Permite diseñar con bloques predefinidos de Bootstrap, por lo que la estructura es coherente y el diseño atractivo. Trae un editor visual para ver los cambios en tiempo real.
Webflow es una plataforma que combina la facilidad de un constructor visual con el control total de HTML, CSS y JavaScript. Se diferencia de las anteriores en que se puede crear código limpio mientras se diseñan las páginas. Cuenta con funcionalidades avanzadas como animaciones y gestor de contenidos (CMS).
Tanto esta como la anterior usan Flexbox, que es una técnica de maquetación CSS que facilita la organización de elementos en diseños flexibles y adaptables.
Wix es un creador de sitios muy conocido, ya que es fácil e intuitivo. El editor permite arrastrar y soltar, por lo que no se necesitan conocimientos de programación. Tiene limitaciones para los ajustes avanzados, pero trae muchas plantillas y funcionalidades integradas, como tiendas online o blogs.
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