Nos encontramos en la era del Big Data, que significa que millones de datos circulan a diario en el entorno digital. Por ello, la seguridad y la protección de la información que se comparte se han convertido en prioridades. Para garantizarlas, se utilizan métodos como el cifrado asimétrico y el simétrico; la cuestión es elegir el idóneo en función de sus características y limitaciones.
En este artículo, vamos a conocer cada uno de ellos y cuál es el que más se utiliza en el ámbito del Big Data. Pero si quieres explorar este campo en más detalle porque eres consciente del potencial que tiene en la actualidad como carrera profesional, solo tienes que inscribirte en nuestro Máster en Business Analytics e Inteligencia Artificial. Aprenderás a gestionar datos de forma segura en entornos de gran escala, metodologías ágiles y el impacto de la IA en el proceso.
El cifrado asimétrico es un método de protección de datos de criptografía que utiliza dos claves diferentes para cifrar y descifrar información; una pública y otra privada. En lugar de una sola, como sucede en otros tipos de cifrados.
Ambas están matemáticamente relacionadas, pero no son intercambiables. De este modo, se asegura que aquellos datos que han sido cifrados con una clave pública, solo puedan ser leídos por quienes tienen, además, la clave privada que corresponda. Así se evita que terceras personas puedan acceder a la información, incluso si conocieran la clave pública.
El cifrado asimétrico tiene la ventaja de que cada participante cuenta con su propia clave privada. Por tanto, el nivel de seguridad es más alto que en otros métodos de cifrado de datos. Aunque múltiples usuarios puedan comunicarse entre sí, cada uno puede proteger su información sin comprometer la seguridad general del sistema. Incluso si se tratase de entornos complejos con múltiples participantes.
En cuanto a sus aplicaciones, encontramos el correo electrónico seguro, las firmas digitales y los protocolos criptográficos que protegen transacciones en línea. Por ejemplo, en el caso de las firmas digitales, el cifrado asimétrico puede verificar la autenticidad y la integridad de un mensaje o documento. Solo la persona propietaria de la clave privada puede generar una firma válida, que luego otras personas verificarán con la clave pública.
El cifrado asimétrico utiliza una clave pública y otra privada; ambas vinculadas. La pública está disponible para cualquier persona que desee enviar un mensaje cifrado al destinatario. Por el contrario, este último es la única persona que conoce la clave privada, ya que se mantiene en secreto.
Cuando alguien cifra un mensaje mediante la clave pública de un destinatario, únicamente se podrá descifrar con la clave privada asociada. Este proceso garantiza que, si bien diferentes personas pueden acceder a la clave pública, solo el propietario es quien puede ver el contenido del mensaje.
Además, el cifrado asimétrico permite la autenticación. Es decir, que el propietario de una clave privada puede cifrar una firma digital que luego podrá ser verificada con una clave pública. Así se confirma la identidad, pero se mantiene la integridad del mensaje o documento. No obstante, si bien hoy es seguro, en el futuro, con el uso del ordenador cuántico, este cifrado también podría ser vulnerable.
La principal diferencia entre el cifrado simétrico y el cifrado asimétrico la encontramos en el número de claves que se utilizan para proteger la información. En el simétrico, hay una única clave para cifrar y descifrar los datos, y la comparten tanto el remitente como el destinatario.
Por el contrario, en el cifrado asimétrico se usan dos diferentes. La primera es la pública, que como vimos, la puede usar cualquier persona para cifrar un mensaje. Pero la segunda, que es la privada, solo la tiene el destinatario, que será quien pueda descifrar el mensaje enviado. Con esta dualidad, ya no es necesario intercambiar claves de forma directa, por lo que aumenta la seguridad.
En cuanto a esta última, el cifrado simétrico es eficaz siempre que la clave permanezca entre los participantes autorizados. Pero en contextos en los que la clave se comparte, se pierde seguridad. Por eso, el asimétrico minimiza los riesgos en las transacciones.
Otra diferencia es la velocidad. El cifrado simétrico requiere menos recursos computacionales y es más rápido. De ahí que se use para encriptar volúmenes grandes de datos o archivos personales. Por el contrario, el cifrado asimétrico es más complejo y requiere mayor tiempo y procesamiento. Aunque es una desventaja en aplicaciones a gran escala, ofrece seguridad adicional. La solución pasa por un enfoque híbrido que use el simétrico para la encriptación y el asimétrico para proteger la clave simétrica.
En el campo del Big Data, se usan ambos tipos de cifrado, pero suelen combinar para que la seguridad y la eficiencia sean las más altas que sea posible alcanzar. El cifrado simétrico es la opción idónea cuando se necesita procesar y proteger grandes volúmenes de datos en poco tiempo.
La menor exigencia en cuanto a los recursos y su buena velocidad hacen que se puedan cifrar datos en tiempo real y con un buen rendimiento. Por eso, se usa para proteger bases de datos y archivos de gran tamaño.
En el caso del cifrado asimétrico, su papel se encuentra en las etapas de intercambio y acceso a la información. Es ahí cuando se necesita un nivel extra de seguridad, y por eso se utiliza para intercambiar claves con seguridad y autenticar a los usuarios en sistemas distribuidos. El procesamiento es más lento, pero es necesario para garantizar que solo accederán a los datos críticos quienes hayan sido autorizados para ello. Se suele emplear en aquellas organizaciones que usan el sistema BYOD, en las que los empleados usan sus propios dispositivos.
El cifrado asimétrico y el simétrico son herramientas esenciales para la protección de datos, y es necesario conocer cómo funciona cada uno para saber usarlos correctamente en según qué entornos. ¿Quieres aprender sobre ello? Entonces inscríbete en nuestro máster y adquiere todos los conocimientos necesarios para trabajar en el sector.