Las características del diseño web han evolucionado con creces en la última década, gracias al desarrollo de lenguajes de programación muy complejos. Puesto que esta temática puede resultar bastante compleja si no se tienen unas ciertas nociones básicas, hoy vamos a explicar un concepto muy concreto, el DOM o Document Object Model. Pero que, sin embargo, es determinante para el funcionamiento de las páginas web.
El DOM, o modelo de objeto de documento, es una representación del contenido de un documento HTML. Es decir, una interfaz de programación accesible a través de Javascript y que funciona como un árbol de nodos. Cada elemento, atributo y texto en un documento HTML se convierte en un nodo en este árbol. Todos ellos están interconectados y forman una estructura jerárquica que refleja la estructura del documento.
Como su nombre indica, lo que hace el DOM es traducir el contenido de dicho documento a un objeto estandarizado. Los lenguajes de programación, como JavaScript, podrán entonces acceder a él y modificarlo según sea necesario. Su importancia reside en que la mayor parte de los eventos de las páginas web usan códigos que no son HTML. Por tanto, cualquier sitio dinámico requiere del DOM virtual para poder visualizarse y funcionar.
El árbol DOM vendría a ser el esqueleto de una página web. Cada elemento que esta contiene, como un título, un botón o un párrafo, es una ramificación de todo este árbol gigante. Por ejemplo, podríamos escribir:
<!DOCTYPE html>
<html>
<head>
<title>Ejemplo de Árbol DOM</title>
</head>
<body>
<h1>¡Hola Mundo!</h1>
<p>Este es un ejemplo de un párrafo en una página web.</p>
<button>Click aquí</button>
</body>
</html>
Todo este HTML sería un árbol, donde el nodo raíz es el elemento <html>, seguido por los nodos <head> y <body>, y luego los nodos para los elementos <h1>, <p> y <button>. Para agregar a partir de aquí elementos interactivos a la página, como un widget de un reloj que muestra la hora actual, se necesita el shadow DOM y el encapsulamiento.
El shadow DOM permitiría tener ese apartado en la web que es no visible, como si fuera secreto, para que quede oculto y separado del resto de funciones. Sin embargo, en ese apartado, se podrían colocar ciertos elementos HTML, como el estilo de ese widget o algunas funciones que son exclusivas de él. Estas funciones son posibles con el encapsulamiento. Ambos conceptos trabajan juntos, pero de forma aislada del resto de componentes de la web o la aplicación, y consiguen que estas resulten más complejas.
El DOM en Javascript se utiliza para interactuar con los elementos de una página web de manera dinámica. Es decir, que los desarrolladores pueden acceder a los elementos HTML, modificar su contenido, estilo y atributos, pero también agregar o eliminar elementos cuando sea necesario en la maquetación web. Estos cambios hacen posible que se puedan crear experiencias interactivas en la web y la creación de aplicaciones web de gran complejidad.
Si lo vemos en detalle, los usos son los siguientes:
Permite acceder y modificar el contenido de los elementos HTML de una página web. Por ejemplo, se puede cambiar el texto, agregar o eliminar elementos y modificar atributos.
Significa que se puede acceder y modificar el estilo de los elementos HTML, como el color, tamaño o la posición, para crear efectos visuales que resulten dinámicos. También facilitan la adaptación de la apariencia de la página según las interacciones del usuario.
El DOM permite adjuntar controladores de eventos a los elementos HTML. Con ellos, se puede responder a las interacciones que hace el usuario, como clics, pulsaciones de teclas o movimientos del ratón, y así conseguir que las aplicaciones web interactivas y adaptativas.
Cuando hablamos de contenidos dinámicos, nos referimos a que varían según ciertas condiciones o datos. En aquellas aplicaciones web que requieren actualizaciones en tiempo real o que se genere contenido personalizado, esta característica resulta muy útil.
Significa poder interactuar con servicios web externos mediante solicitudes HTTP, como por ejemplo AJAX, para recuperar o enviar datos sin que haya que recargar la página completa.
Por la complejidad que pueden representar estos conceptos como el DOM, el entorno digital requiere de profesionales que tengan conocimientos sólidos al respecto y experiencia trabajando en estos ámbitos.
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